¿Qué
es planificar el proceso de enseñanza y aprendizaje y su relación con la
evaluación formativa?
Planificar
es el arte de imaginar y diseñar procesos para que los estudiantes aprendan.
Parte por determinar claramente el propósito de aprendizaje (competencias y
enfoques transversales). En este proceso, es importante considerar las
aptitudes, las necesidades, los intereses, las experiencias, los contextos,
entre otros factores, de los niños y las niñas, así como prever, organizar,
reflexionar y decidir sobre recursos y materiales, procesos pedagógicos y
didácticos, interacciones, estrategias diferenciadas, clima de aula, contextos
socioambientales, etc., que hagan posible el proceso de enseñanza, aprendizaje
y evaluación para alcanzar dicho propósito.
Evaluar
es un proceso sistemático en el que se recoge y valora información relevante
acerca del nivel de desarrollo de las competencias en cada estudiante, con el
fin de mejorar oportunamente su aprendizaje o mejorar los procesos de
enseñanza. En este sentido, la planificación es flexible, porque se trata de
una hipótesis de trabajo que puede considerar situaciones previstas o
emergentes. No debe ser rígida, sino que debe posibilitar los cambios que se
requieran. Puede entrar en revisión y modificación cada vez que sea necesario
en función de la evaluación que se haga del proceso de enseñanza y aprendizaje,
con la finalidad de que sea más pertinente y eficaz al propósito de aprendizaje
establecido. Es por esto que se dice que la planificación y la evaluación son
caras de una misma moneda.
Planificar
y evaluar son procesos estrechamente relacionados y se desarrollan de manera
intrínseca al proceso de enseñanza y aprendizaje. Esto se puede apreciar, por
ejemplo, cuando se definen los propósitos de aprendizaje con base en las
necesidades de aprendizaje diagnosticadas del grupo de estudiantes con el que
se va a trabajar; o cuando estudiantes y docentes se involucran en la
identificación de avances y dificultades del proceso de enseñanza y aprendizaje
con el fin de retroalimentar y reorientar este proceso para alcanzar los
propósitos planteados.
Desde esta perspectiva,
el proceso de planificación debe ser reflexivo, flexible y centrado en los
propósitos de aprendizaje que deben desarrollar los estudiantes. Esto significa
generar y usar desde el inicio y en todo momento información para tomar
decisiones oportunas y pertinentes que permitan atender las necesidades de
aprendizaje de los estudiantes y ayudarlos a progresar. Por su parte, la
evaluación se considera como un proceso previo, permanente y al servicio del
aprendizaje, por lo que no debe ser vista solo como un instrumento útil para
certificar qué sabe un estudiante.
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